miércoles, 22 de diciembre de 2010

Amor y desapego


¿Recuerdas haber sentido alguna vez una tristeza profunda por no haber obtenido eso que quisiste? Un estrés que te invade de miedo porque no has logrado eso que quieres?, una ansiedad que te carcome porque no llega eso que tanto anhelas? Te has sentido frustrado por ese amor que no ha llegado a tu vida, o cansado de stress en tu trabajo? O un vacío por no tener el dinero que tanto quieres?

Trae a tu mente eso que tanto anhelas que te ha tenido tan intranquilo …… siéntelo, NO LO JUZGUES, sólo siéntelo... sin juzgar tus pensamientos. Toma esa situación y ponla frente a ti. Vela por todos sus ángulos, no la analices, sólo obsérvala……

Te das cuenta que has puesto tu felicidad en eso que está frente a ti? Que ni siquiera pertenece a ti? Están separados, no son la misma cosa, no pertenece a ti.

Ahora obsérvate a ti, observa lo grandioso que eres, por el simple hecho de tu misma existencia, observa la maravilla en ti, lo perfecto que eres, lo amado que ya eres por el simple hecho de existir, por ser una creación divina.

Qué pasaría si tomas de regreso la felicidad que decidiste poner en eso externo a ti? y esa felicidad que nace dentro de ti la dejas recorrer por todo tu ser, la dejas fluir naturalmente, hacia donde ella quiera ir, hacia donde realmente pertenece, déjala correr libre hacia donde ella quiera, que llene todos los espacios donde algún día decidiste quitarlos….. no lo juzgues, ahí es donde pertenece la felicidad, déjala fluir naturalmente.

Te das cuenta? Cómo podrías necesitar de algo externo o de alguien más para ser feliz? Tu felicidad no puede depender de algo externo cuando ya eres un ser grandioso por el simple hecho de existir…. por ser, por estar, por ser una creación de Dios, por ser parte de Él. Abre los ojos, que eso externo no quiera enamorarte con una felicidad falsa. Ve lo grandioso que ya eres, y cuando lo reconozcas no necesitarás nunca más de algo externo para sentirte completo ni para sentirte feliz, porque ya eres grande, ya eres amor y felicidad, sólo tienes que recordarlo y hacerlo consciente.

El amor y la felicidad son tu naturaleza. Vive amor, vive desde el amor, y entonces te darás cuenta que no necesitas nada más para ser la felicidad misma, el amor mismo. Te sentirás completo porque nada te hace falta, y te sentirás amado porque ya eres el amor mismo, porque vives desde el amor, para el amor, con el amor, en el amor.

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